Crónica del colapso del colector en sector del Trebol

La emergencia de Quito, narrada desde un auto patrulla del Cuerpo de Bomberos

La magnitud de la emergencia el día lunes en el sector de El Trébol, provocó un verdadero colapso en el sistema de transportación público y movilización de las personas en el sector céntrico de la ciudad. Esto lo pudimos constatar personalmente, mientras nos dirigíamos a una rueda de prensa convocada de urgencia en la Alcaldía.

La imparable lluvia no cedía su inclemencia contra Quito. En horas de la tarde la llovizna alcanzaba toda la ciudad y se intensificó en el norte de la urbe, luego de hacer estragos en el centro y sur de la ciudad. Cerca de las 17:00, una decena de trolebuses abrieron sus puertas y rampas para solicitar a la gente que se disponga avanzar por sus propios medios (a pie) desde el Ejido hacia el Centro Histórico.

Durante el trayecto fue imposible adelantar en auto y trasporte público. Julia Venegas quien se trasladaba en Trole hacia el sur, se sentía muy confundida al ver el enorme ‘atrancón’ que se producía en Quito y tanta gente movilizándose a pie por la dificultad de tráfico con lo vehículos.

Como Julia, cientos de transeúntes y conductores estaban desconcertados con lo sucedido “qué es lo que está sucediendo”, “por qué no avanza el tráfico…” preguntaban varias personas desprevenidas, entre ellos José Menéndez, a quien le informamos que hubo una suspensión del tráfico en el sector de El Trébol por el colapso de un colector y que esto producía el grave tráfico en Quito, sumado la hora pico (17:00).

En nuestro objetivo periodístico y viendo que el flujo de tráfico era impávido, decidimos acudir desde el sector del Ejido hasta el Municipio, por nuestros propios medios (a pie). Cientos de personas formaban un rió camino al centro, en una improvisada peatonización que se extendió hasta horas de la noche.

Luego de la declaración dada por el Coronel Jaime Benalcázar, Comandante General del Cuerpo de Bomberos del Distrito Metropolitano y varios técnicos de la Empresa Metropolitana de Alcantarillado y Agua Potable (EMAAP) en el Municipio, y dado que las autoridades (el alcalde y técnicos) iban a constatar la magnitud del desastre en la zona cero, decidimos trasladarnos oportunamente con el Coronel Benalcázar en el mismo auto patrulla del Cuerpo de Bomberos.

Llegar desde la alcaldía hasta el sector de El Trébol nos demoró 45 minutos. El caos en el tráfico no disminuía pese a que el vehículo en el que nos movilizábamos tenía sirena y luces de emergencia, por lo que se nos dio un trato preferencial en el trayecto.

Benalcázar comentaba que el incidente se reportó a las 14:00, mediante un recorrido que hacia una patrulla del Cuerpo de Bomberos en la zona. Se descifró un hoyo próximo al puente superior de El Trébol, he inmediatamente se comunicó a la Comandancia General y al Municipio, entonces aún circulaban vehículos. Insofacto se restringió el tránsito y se impidió el acceso al puente de El Trébol y las zonas aledañas, comentó Benalcázar.

A las 14:30 la tierra cedía y se reportó un gran derrumbe, el pequeño hoyo se transformó en un cráter de proporciones, (30 a 40 metros de diámetro) que amenazaba con expandirse y comerse todo a su paso. Pasadas las 17:00 el tamaño del cráter había alcanzado los 50 metros y se había llevado parte de la infraestrura vial y paradas de buses.

Mientras Benalcázar nos informaba de esto en el trayecto, agentes de socorro reportaban al Coronel el cierre total del sector con cintas de seguridad para impedir la visita de curiosos y transeúntes que ponían en riesgo sus vidas. A las 18:40 se notificó al Coronel que la intensa lluvia en el sector norte de la ciudad, había provocado la caída de un árbol sobre tres vehículos en la Av. Amazonas y Tomas de Berlanga, no había desgracias personales que lamentar.

A las 18:50 los tres vehículos atrapados eran liberados por el Cuerpo de Bomberos, con motosierras para romper los troncos del árbol. Benalcázar nos informaba de esto y señalaba que es una situación grave de emergencia en toda la ciudad, la vía Oriental ya había sido habilitada para el tráfico, pero el riesgo de deslaves era latente, los túneles en la Av Occidental estaban gravemente inundados, todo podíamos conocer de primera mano a través de la radio patrulla del Cuerpo de Bomberos de Quito.

Benalcazar nos indicó que la emergencia convocó al Comité de Operaciones y Emergencias (COE) cantonal de Quito a dos reuniones de emergencia entre las 16:00 y 17:00, la movilización de todas las autoridades e instancias municipales como organismos de emergencia y socorro puso en jaque de respuesta al COE de Quito.

Llegados a la zona cero del desastre pasadas las 19:00, constatamos la gravedad de la situación. Podíamos escuchar los bramidos de la tierra, mientras el abundante caudal de agua del Machángara avanzaba y hacia más grande aún el cráter, cada 5 a 10 minutos ocurrían nuevos derrumbes y la tierra crujía y temblaba en la zona, permanecimos en la zona hasta las 20:30 y entonces constatamos que el diámetro del cráter había sobrepasado los 60 metros. De este modo concluyó nuestra inspección, acompañada por autoridades y el Coronel Jaime Benalcázar que fue nuestra guía en la emergencia.