Travesía náutica, 2.500 m. nado ininterrumpido

Archivo: 25 de noviembre de 2012 en Yaguarcocha ECUADOR

Marca el rumbo, marca el horizonte, marca un desafío en la vida y cumplirás hazañas nuevas cada día.

Una de esas grandes experiencias de vida, resulta experimentar el riesgo que produce probarse a uno mismo en condiciones que solo observábamos a otros o que nos han contado. No hay nada más satisfactorio que cumplir una meta trazada y derribar temores, enfrentarlo todo y correr el riesgo, eso forja nuestro carácter, nos da personalidad y principalmente nos habla de disciplina. Aclaro que se trata de correr riesgos con toda seguridad, garantizando ante todo nuestra integridad y la de los demás. Es absurdo correr un riesgo sin preparación y desconociendo todo de ello, eso no es de inteligentes.

Este domingo 25 de noviembre pasa a la historia de mi vida, como el día que después de dudarlo, finalmente di el paso y cumplí una meta trazada años atrás. Nadar en aguas abiertas y cruzar un lago del Ecuador sin descanso, esto es de polo a polo, 2.500 metros en el histórico Yaguarcocha. Que alegre me siento por ello, que alegre estoy de haber cruzado el lago y probarme a mí mismo que soy capaz de alcanzar todo desafío impuesto cuando hay voluntad de hacerlo, y de hacerlo bien por cierto.

Lo hice gracias a la ayuda de un excelente entrenador, un amigo que tiene coraje y valor por lo que hace. Se trata de esas personas de las que uno dice “valen la pena”, pues saben lo que hacen y cómo se debe hacer. Es un gran tipo el profe Danilo Cevallos, a quien agradezco por su disciplina y constancia, porque es un tipo de valor.

Lo hicimos con un grupo de jóvenes de ñeque y determinación, lo comprobé charlando con ellos y en pleno diálogo con sus padres, pues saben lo que sus hijos quieren y los apoyan ciento por ciento. Estos padres forman mujeres y hombres vencedores, convencidos de que en la vida nada es fácil y que alcanzar un objetivo en ella, requiere disciplina, esfuerzo y aprendizaje, como todo en la vida se trata de un proceso.

Puede sonar sencillo, pero esta travesía de aguas abiertas moldeó el carácter de estos jóvenes y me incluyo, porque nos fortalece y da valor a nuestra personalidad. Toda hazaña por pequeña que parezca para unos y abismal para otros, siempre deja la satisfacción del logro, que en el camino de los sueños se hace realidad y de la mejor manera, cuando dedicas tiempo a ellos, cuando tomas unos minutos de tu vida u horas a entrenar, a disciplinar tu mente y cuerpo, tu espíritu, tu ser mismo.

Han sido meses y años de piscina diarios antes de lograr el cruce de los 2.500 metros del lago, por eso resultó fácil, por eso el profe sabía que podíamos y marcó distancia a cada uno según su disciplina, así nadie desertó y todos llegamos a la meta. Hoy escribo estas letras sabiendo que he vencido, y que junto a campeones todo en la vida es posible, pero estoy seguro de que en Ecuador existen muchos más campeones que día a día luchan por cumplir las metas impuestas en diferente áreas y disciplinas, estoy seguro que tú campeón leíste esto para nutrirte y por ello si haz llegado a este punto, te invito a seguir adelante con disciplina, con voluntad, para alcanzar así tu sueño.